El diputado de MORENA, Emmanuel Reyes Carmona, se encuentra en el centro de un debate legislativo que podría transformar el panorama de la cirugía plástica en México. Sus recientes propuestas de reformas a la Ley General de Salud, centradas en las cirugías estéticas y reconstructivas, han generado controversia y preocupaciones sobre posibles consecuencias monopolísticas en el sector.

Reyes Carmona ha subrayado la necesidad de que los cirujanos plásticos posean certificados de especialización para ejercer. Este énfasis surge en respuesta a incidentes alarmantes, como el sufrido por la periodista Sandy Aguilera, y busca erradicar prácticas realizadas por individuos no cualificados.

La propuesta del diputado incluye la reforma del artículo 79 de la Ley General de Salud, aspirando a regular rigurosamente la práctica de cirugías estéticas y reconstructivas. Reyes Carmona argumenta que su iniciativa protegerá a los pacientes y asegurará la calidad de los servicios de salud en este ámbito, cerrando el paso a los «charlatanes».

Sin embargo, surgen inquietudes sobre el impacto de estas reformas. La propuesta de Reyes Carmona, de requerir certificación para los cirujanos estéticos, favorece directamente al Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva A.C., la única entidad en México que puede otorgar dichas certificaciones. Este requisito podría efectivamente privatizar la educación y capacitación en cirugía estética, creando un monopolio controlado por una asociación civil.

Este panorama plantea preguntas críticas: ¿Cuánto valdría este monopolio? ¿Estamos frente a un esquema que convertiría a los miembros del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica en multimillonarios, bajo el amparo de la ley propuesta por Reyes Carmona?

A pesar de los loables objetivos de garantizar la seguridad de los pacientes y la calidad de los procedimientos quirúrgicos, es crucial analizar las implicaciones a largo plazo de dichas reformas legislativas. ¿Estamos asistiendo a un esfuerzo bienintencionado para mejorar la práctica médica en México, o estamos presenciando el nacimiento de un monopolio en la cirugía estética, sancionado por la ley? Estas son las preguntas que deben ser consideradas cuidadosamente por la Comisión de Salud del Senado y por la sociedad mexicana en su conjunto.