Además de representar una alternativa para vivir mejor, el uso de la bicicleta brinda libertad, diversión y salud. Es un objeto sustancial que, a pesar de su invención hace más de dos siglos (1817) sigue vigente y es un transporte sustentable y económico, coinciden en señalar los coordinadores del programa Bicipuma, Ernesto García Almaraz; y del Laboratorio de Movilidad e Infraestructura Verde, de la Facultad de Arquitectura, Antonio Suárez Bonilla.
García Almaraz refiere que la UNAM ha sido vanguardista en diversos ámbitos, y el fomento en el uso de la bici entre su comunidad no es la excepción. En 2004 surgió Bicipuma; cinco años después el Gobierno de la Ciudad de México implementó Ecobici. Ambos son sistemas públicos de préstamo que han marcado la pauta a nivel internacional.
El programa universitario cuenta con 14 estaciones en Ciudad Universitaria y un parque de 900 en uso, próximamente habrá 400 más, lo que dará un total de mil 300 vehículos de dos pedales funcionales; además, se han construido ocho kilómetros de ciclopista.
En un principio se creía que iba a ser de uso lúdico, “que los chicos la utilizarían para divertirse y desestresarse un poco de sus clases, exámenes o presiones académicas, ese objetivo sí se cumple, pero conforme fue creciendo se transformó y ahora es un sistema de transporte alternativo que, junto con el Pumabús, moviliza a gran parte de la población que acude a Ciudad Universitaria”, precisa.
Estamos enfocados al Campus Central, la zona de “Las islas” y sus inmediaciones, llegamos prácticamente a todas las facultades, hasta la de Ciencias Políticas y Sociales. Se encuentra en revisión la posibilidad de cubrir el recorrido a la Unidad de Posgrado, puntualiza.
Ven a la rodada
En ocasión del Día Mundial de la Bicicleta que se conmemora el 3 de junio, el sistema de movilidad universitario efectuará una rodada que se prevé saldrá a las 12:00 horas del Bicicentro -ubicado dentro de CU a la altura de la estación del Metro Universidad- y concluirá en el ala oriente de la Torre de Rectoría, a un costado del espejo de agua.
“Lo que se pretende es que no pase desapercibida esta fecha, vamos a convocar a nuestros usuarios para que nos acompañen a celebrar que contamos con este vehículo maravilloso, y a proponer que sigamos utilizándolo y seamos promotores fervientes del uso de este gran invento del ser humano”, destaca García Almaraz.
Aliada contra el cambio climático
Antonio Suárez Bonilla comenta que la bici representa una magnifica opción, en la medida en que las personas puedan salir de su casa, cuenten con la suficiente infraestructura ciclista y una cultura más amplia de respeto a los usuarios.
De los 32 millones de viajes diarios que se realizan en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) –una de las regiones más grandes del mundo–, 11 millones se efectúan a pie, lo que significa que caminar y montar en bici tiene que ver mucho con lo que una urbe pueda tener y ofrecer a la ciudadanía, comenta.
Refiere que buena parte de la movilidad en la metrópoli se efectúa en auto privado, aunque varios de esos viajes podrían llevarse a cabo pedaleando. “Antes lo hacíamos, pero sin la certeza de que fuera viable y culturalmente atractivo. Hoy existe un sistema de bicicletas públicas, leyes y más de 200 kilómetros de ciclovías en la ciudad, aunque se requieren 300 o 500 kilómetros más”.
Suárez Bonilla resalta que de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, dos de cada 10 viviendas cuentan con una bici, aunque varias de estas son infantiles. Es decir, en nuestra nación se dejó de utilizar como medio de transporte en las décadas de 1980 y 1990. De hecho, ahora hay una cantidad importante, pero se emplean de forma recreativa.
“No sabemos exactamente cuántas hay en el país, pero sí que en algunos lugares y ciudades de México hay más bicicletas, como en Mérida, Yucatán, porque carecen de un buen sistema de transporte público”, prosigue.
Como parte de los estudios realizados por el Comité sobre los Programas Nacionales Estratégicos, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en el correspondiente a Energía y Cambio Climático analizamos cuánta energía se gasta en México en el sistema de transporte, agrega.
A partir de este trabajo se determinó que, por ejemplo, del 100 por ciento de aquellas que los países latinoamericanos generan, prácticamente la mitad se emplea en movilidad. En nuestra nación es de 46.5 por ciento, 96 por ciento de esta de origen fósil (gasolinas y diésel). Lo anterior indica qué tan importante sería que mayor número de la población se trasladara en bici, pues no solo se trata del gasto de energía que el país produce, sino también de aquella que se importa.
Eso significa que este transporte puede ser uno los aliados más importantes para luchar contra aspectos concretos derivados del cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero, enfatiza.
A la lista de vehículos más eficientes le siguen en su versión eléctrica la bicicleta, el autobús y la motocicleta; el tranvía, el autobús y, lejos, el auto a gasolina. “Si una urbe tiene infraestructura ciclista: ciclovías y cicloestacionamientos, además de una política pública enfocada al ciclismo urbano, la población tendría mejor calidad de vida y prospectivas a futuro”, recalca el universitario.
Para el experto, es necesario que además la población utilice la red de transporte público y que “realmente pueda darse un salto hacia la movilidad no motorizada, aunque para ello se requiere un cambio cultural y tecnológico”.
Cabe mencionar que en reconocimiento a la singularidad, longevidad y versatilidad de la bicicleta, que lleva en uso poco más de dos siglos y constituye un medio de transporte sostenible, sencillo, asequible, fiable, limpio y ecológico que contribuye a la gestión ambiental y beneficia la salud, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió declarar el 3 de junio como Día Mundial de la Bicicleta.
Esta efeméride busca alentar su uso para fomentar el desarrollo sostenible, reforzar la educación de niños y jóvenes, incluida la educación física, promover la salud, prevenir enfermedades, fomentar la tolerancia, entendimiento y respeto, además de facilitar la inclusión social y la cultura de paz.