Política exterior de México
Nuestra política exterior abre espacios de entendimiento entre regiones y visiones políticas diversas, lo cual convierte a México en un socio confiable. Y debo decir que, en el último año, bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, además, en un país al que se le ve con un enorme respeto, con un gran reconocimiento por lo que ha alcanzado y lo que ha representado para México, para nuestra región y para el mundo, el liderazgo internacional de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Nuestro país participó activamente en las negociaciones de la Carta de San Francisco y, junto con otras naciones comprometidas con la paz, dio un impulso particular a los principios y propósitos de la ONU: igualdad jurídica de los estados, autodeterminación de los pueblos, resolución pacífica de los conflictos, cooperación para el desarrollo, y defensa de los derechos humanos.
Hay una enorme coincidencia entre los principios fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas y nuestros principios constitucionales de política exterior.
México tiene un lugar ganado a pulso en la historia del multilateralismo.
De manera consistente, hemos condenado con claridad las amenazas a la integridad territorial y a la independencia política de los estados, y lo reiteramos: ante los conflictos que han tensionado diversas regiones del mundo, siempre bajo la brújula de nuestros principios constitucionales de política exterior.
Son esos principios los que le permiten a México tener frente al mundo autoridad, respetabilidad y confianza de otros países en diversas regiones del planeta.
Con el mismo compromiso, México actúa en apego al derecho internacional y respalda el papel de la Corte Internacional de Justicia, así como las vías jurídicas y políticas para la solución de las controversias.





