El presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, Napoleón Gómez Urrutia, la senadora Patricia Mercado Castro, así como especialistas y representantes de organismos internacionales y de la sociedad civil, coincidieron en la necesidad de promover la creación de un sistema integral en materia de cuidados, que impulse la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en el país.
Gómez Urrutia y Mercado Castro encabezaron el encuentro “Medidas para alcanzar la conciliación laboral con las responsabilidades familiares del Convenio 156 de la Organización Internacional del Trabajo”, que busca establecer un diálogo sobre los distintos puntos y acciones que se han promovido para conciliar la vida laboral con la familiar.
En la inauguración de evento, el senador expresó que desde el Senado se busca identificar estrategias innovadoras y soluciones concretas para promover la conciliación laboral y familiar, las cuales tomen en cuenta las disposiciones de dicho convenio y las necesidades específicas de la sociedad.
“Debemos colaborar todos de manera activa y comprometida para garantizar la ratificación y aplicación efectiva del Convenio 156 en nuestro país, pues las mujeres continúan asumiendo la carga desproporcionada de los cuidados no remunerados”, expresó.
Napoleón Gómez Urrutia explicó que este instrumento es sumamente relevante en la promoción de igualdad de oportunidades y el trato entre trabajadoras y trabajadores, para reconocer los desafíos específicos que enfrentan aquellos con responsabilidades familiares.
Dijo que establece una obligación clara para que todos los estados de la República puedan incluir políticas que garanticen a todas las personas que ejerzan su derecho al empleo, sin discriminación, ni conflicto entre sus roles familiares y profesionales.
Indicó que es necesaria la implementación de medidas que faciliten la reintegración de estos trabajadores al mercado laboral después de ausencias por razones familiares, así como enfatizar en la importancia para desarrollar servicios comunitarios y de asistencia a la infancia y a las familias.
La senadora de Movimiento Ciudadano, Patricia Mercado, consideró que es fundamental construir un acuerdo para que el cuidado sea una responsabilidad del Estado, de los hombres, de las familias, del sector privado, y no sólo un mandato cultural de las mujeres.
Dijo que dicho acuerdo debe permitir que las mujeres desarrollen sus objetivos, “porque estamos ancladas a ese mandato cultural, al trabajo de cuidados de manera no remunerada”.
La legisladora comentó que se debe plantear una agenda para determinar cuáles serán las políticas de cuidado que se requieren en México, como responsabilidad del Estado y no sólo como responsabilidad de las mujeres.
El director de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo para México y Cuba, Pedro Américo Furtado de Oliveira, aseveró que la igualdad de género es un eje fundamental para crear un futuro con justicia social, prosperidad y sostenibilidad.
Por ello, apuntó, el Convenio 156 es una norma internacional que busca garantizar que las y los empleados cumplan con sus compromisos familiares, dado que históricamente las mujeres desempeñan la carga de cuidado.
Refirió que las mujeres dedican el 67 por ciento de su tiempo al trabajo de cuidados no remunerados, mientras que los hombres sólo destinan 33 por ciento. Debido a esto y a los estereotipos de género que fortalecen las desigualdades en el hogar y en lo laboral, hay una necesidad urgente de invertir en políticas de cuidados diseñadas desde un enfoque de derechos.
Lourdes Colinas, Oficial Nacional de Programas de ONU Mujeres en México, manifestó que en nuestro país es necesario promover un sistema integral de cuidados, en el que el Estado sea el garante de dicho derecho, pero que se acompañe del sector privado, organizaciones civiles e internacionales, “porque sin un enfoque multiactor no vamos a poder avanzar en los derechos de las mujeres”.
Apuntó que las mujeres abandonan el mercado laboral por conciliar las responsabilidades familiares, pues asumen dobles y triples jornadas o cargas de trabajo porque tienen a su cuidado otras personas, lo que genera un impacto en su desarrollo profesional.
La ratificación del convenio -afirmó-, impulsaría el incremento del Producto Interno Bruto, porque cuando más mujeres trabajan las economías crecen, ya que su empoderamiento aumenta la productividad.
El titular de la Unidad de Trabajo Digno, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Alejandro Salafranca, subrayó que es necesario impulsar condiciones para alcanzar la conciliación laboral con las responsabilidades familiares, y lograr una legislación sólida que dé cumplimiento a lo que mandata y enmarca el convenio.
Un sistema formal, dijo, aliviaría la carga desproporcionada de trabajo no remunerado que recae en las mujeres, y facilitaría su participación en el mercado laboral en términos más equitativos.
Agregó que incrementar el empleo formal es fundamental para crear las condiciones necesarias para un mercado laboral inclusivo y equitativo que reconozca y valore las contribuciones de mujeres y hombres.
En tanto, Mariana Licea, representante de la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y Tiempo Propio de las Mujeres, refirió que, de acuerdo con el INEGI, 3.1 millones de mujeres reportaron no trabajar debido a sus responsabilidades de cuidado.
Ellas le destinan 2.5 veces más horas que los hombres a esta labor; además, de que el cuidado no remunerado en nuestro país representa 6.8 billones de pesos, casi 27 por ciento del Producto Interno Bruto.
Dijo que se trata de una deuda histórica de todas las fuerzas políticas con las mujeres mexicanas, por lo que no debe pasar otro sexenio para que sea ratificado el Convenio, pues “lo que no resuelve el Estado y el mercado laboral, lo resolverán las familias”.